• Caso práctico

Bombas Bredel y Qdos ayudan a descontaminar el agua de la mina de estaño South Crofty

  • Gracias a las bombas peristálticas de WMFTS, una planta de tratamiento de agua en la mina de estaño South Crofty de Cornish Metals está logrando beneficios ambientales sostenibles a nivel local
  • Ocho bombas peristálticas Bredel 40 están transfiriendo residuos lodosos en la planta de tratamiento de agua; en una etapa del proceso, las bombas lo mueven hasta una altura de 10 metros
  • Tres bombas dosificadoras de productos químicos Qdos dosifican peróxido de hidrógeno de manera confiable para oxidar los metales contaminados del agua de minería
     

Bombas peristálticas mejoran la sostenibilidad de la planta de tratamiento de agua de una mina

Cuando el agua de minería contaminada con metales ingresa a los ríos, daña el ecosistema porque reduce las poblaciones de peces y la diversidad de los seres invertebrados. Además de dañar la biodiversidad, los ríos contaminados tienen efectos económicos negativos sobre el turismo y las actividades recreativas.
 
Pero una planta de tratamiento de agua, como la de la mina de estaño South Crofty en Cornwall, Inglaterra, bombea agua de minería de pozos subterráneos y la descontamina antes de verterla en un río cercano.
 
Cornish Metals Inc. está trabajando para reabrir South Crofty, que interrumpió la producción en 1998, para fines de 2026. Para drenar la mina por completo, se deberán bombear unos 8 millones de metros cúbicos de agua y tratarse hasta lograr un estándar de calidad definido por la agencia ambiental.
 
Cornish Metals está usando ocho bombas peristálticas Bredel 40 y tres bombas dosificadoras de productos químicos Qdos de WMFTS para tareas cruciales en su planta de tratamiento de agua de South Crofty.

Bombas confiables y de bajo mantenimiento

Tres bombas Qdos 120 dosifican peróxido de hidrógeno con precisión durante la limpieza del agua de minería contaminada, para oxidar los metales y eliminar el hierro y el arsénico de la solución mediante precipitación, en el primero de cinco pasos de proceso en la planta de tratamiento de agua.

Las bombas peristálticas Bredel ofrecen una transferencia confiable, contenida y de bajo mantenimiento del residuo lodoso espeso (contaminado con hierro, manganeso y arsénico), que se separa del agua tratada en las etapas dos y cuatro. Las bombas Bredel transfieren el exceso de residuo lodoso de los clarificadores de lámina hacia un tanque de retención, desde el que otra bomba Bredel lo bombea hacia un tanque de sedimentación de cono profundo. El residuo lodoso espesado de la parte inferior del sedimentador de cono profundo se bombea mediante una última bomba Bredel hacia un tanque de retención, antes de eliminarlo en una planta de almacenamiento de desperdicios cercana. En los próximos años, está previsto eliminar el residuo lodoso con los desechos introduciéndolo en forma de pasta de relleno en los huecos subterráneos de la mina.

Steven Kingstone, gerente de proyecto de Cornish Metals en South Crofty, afirma que: “Para nosotros, lo más importante es que la bomba funciona las 24 horas. Es confiable y garantiza la contención de los productos químicos. El peróxido de hidrógeno es un químico muy peligroso. Debemos asegurarnos de que la contención sea buena y de que el sistema sea confiable, y por eso utilizamos la bomba Qdos.

Como la densidad del residuo lodoso varía a lo largo del día, necesitábamos una bomba que se adaptara a esa naturaleza cambiante. En la primera etapa del proceso, las unidades Bredel mueven el residuo lodoso unos 10 metros en conjunto. Las últimas unidades Bredel empujan el residuo lodoso espeso otros siete metros hasta el tanque de retención. El material es tan denso que las bombas se enfrentan a una tarea muy exigente.

Pero, nuevamente, lo principal es la confiabilidad. Otro aspecto importante es la facilidad del mantenimiento. Una de las ventajas de las bombas Bredel es que cambiar la manguera resulta muy simple, en comparación con otras bombas peristálticas del mercado”.

Cornish Metals prevé que el drenaje de South Crofty tome 18 meses. Al finalizar, la planta de tratamiento se utilizará para tratar el agua de minería de uso habitual.

Beneficios para la sostenibilidad

Las bombas Bredel y Qdos contribuyen a la meta de la planta de tratamiento de agua de minimizar el impacto ambiental de South Crofty a nivel local. Antes de la puesta en marcha de la planta, el río Rojo recibía el agua de minería sin tratar como consecuencia de las actividades de minería del pasado. Un río Rojo más limpio y saludable beneficiará a la gente, la vida silvestre y la economía local. El agua de minería sin tratar que se filtra hacia las corrientes locales puede tener consecuencias perjudiciales, como cuando se vertieron más de 40 millones de litros de agua muy contaminada de la mina de estaño Wheal Jane abandonada (cerca de South Crofty), que contaminaron gravemente un río y su estuario en 1992.

bombas peristálticas bredel

 

Kingstone explica que: “A nivel ambiental, el mayor impacto es sobre el río Rojo, que históricamente ha recibido gran parte del agua contaminada de las distintas minas de la zona. Al río siempre se lo llamó río Rojo porque, durante siglos, el agua se enrojecía debido al procesamiento de minerales en los alrededores. Todas las minas descargan a través del sistema de socavones que está debajo de Camborne y Redruth. Esta descarga contiene gran cantidad de metales, muchos de los cuales provenían de South Crofty tras su cierre en 1998.
 
“Pero ahora, al tratar el agua antes de descargarla al sistema de socavones subterráneo, se genera un impacto muy positivo en la calidad del agua del río Rojo aguas abajo de Crofty. Ha causado una reducción aproximada del 99 % de hierro y del 95 % de arsénico, en comparación con el agua de minería sin tratar, por lo que el río se está tornando mucho más transparente. Ha mejorado mucho la calidad del agua que, en última instancia, baña las costas de una playa en Gwithian.

“Eliminar esos metales del ambiente mejora inmensamente la calidad del agua y permite que regrese la vida al río”.

“Eliminar esos metales del ambiente mejora inmensamente la calidad del agua y permite que regrese la vida al río”.

Steven Kingstone, gerente de proyecto de Cornish Metals en South Crofty

Otro beneficio para la sostenibilidad de la mina de estaño South Crofty es la energía renovable que genera la planta de tratamiento de agua. El agua que se descarga desde South Crofty alimenta una turbina hidráulica, la cual genera hasta el 15 % de la energía que consume la planta de tratamiento de agua.
 
Kingstone comenta que: “Cuando el agua se descarga al sistema de socavones por debajo de la mina, cae unos 50 metros por un pozo. En ese pozo instalamos dos turbinas, y el agua que las atraviesa genera el 15 % de la electricidad que utiliza el proceso de tratamiento del agua, unos 70 kilovatios por hora”.

La calidad del mineral de estaño de South Crofty, que entró en producción en 1952 y continuó hasta 1998, es la cuarta a nivel mundial, según Cornish Metals. El estaño se usa en las conexiones de casi toda la infraestructura electrónica y eléctrica, por lo que resulta crucial para la transición hacia la energía limpia.

 

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